Acércate a descubrir, disfrutar y experimentar el universo de los mandalas.

martes, 9 de marzo de 2010

Sanando la relación con la madre mientras coloreamos...

      No es ninguna panacea, pero sí una ayudita.
      La geometría mueve mucho más de lo que alcanzamos a ver.
      Tampoco hace falta empujar el agua del río.
      Sencillamente iniciamos un movimiento que es como las ondas en el agua, empieza muy suave, se va extendiendo y su alcance puede llegar a ser inmenso...
      En este caso la premisa dada ha sido elegir primero los tres colores que menos te gusten, los que más te fastidien, los que nunca querrías poner en tu mandala, ¡esos! hoy te permites incluirlos. A continuación elegimos los cinco colores que más nos gusten. Finalmente, con los ojos cerrados elegimos dos colores más al azar.

      Ahora tendremos los diez colores con que vamos a rellenar este mandala.
      Los colocamos al lado contrario de la mano que dibuja (las personas diestras al lado izquierdo, las personas zurdas al lado derecho).
      Disponemos una música inspiradora. Dan Gibson ha elaborado unas variaciones del Canon de Pachelbel sobre fondo de sonido del mar que van muy bien para acompañar esta vivencia.
      Cerramos los ojos y llevando la atención a la respiración, los pies bien anclados en tierra, conectamos con la madre tierra (Gaia) y hacemos una relajación con un breve recorrido por todo el cuerpo. 
      Abrimos los ojos. Contemplamos el mandala unos segundos. Volvemos a cerrar los ojos. Llevamos la mano que dibuja sobre nuestro corazón y la otra mano sobre los colores. Con los ojos cerrados dejamos que la yema del dedo corazón "elija" un color y lo tomamos. 
      De nuevo abrimos los ojos para pasar el lápiz así elegido a la mano que dibuja y empezamos a rellenar de color desde el borde de la circunferencia externa hacia dentro...
      
      Estas cuatro imágenes son del mandala, coloreado por mi -durante la sesión- con lápices acuarelables, en las cuatro fases en que luego le he ido añadiendo el agua. Recordemos que el agua representa al Amor, capaz de transformar, mejorar y sanar todo a su paso.

      Esto que veis, sólo es parte del taller de colorear mandalas que hemos experimentado en el Centro de Mayores de Mieres el pasado viernes día 5 de marzo.
      En próximas publicaciones espero poder ofrecer las imágenes coloreadas por las otras personas.
      Gracias por vuestra participación e interés.

      Debajo aparece el mandala original del que se ha extraído la plantilla para colorear que aparecía arriba y con la que "trabajamos" en esta oportunidad.

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