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jueves, 22 de diciembre de 2011

Navidad, Solsticio de invierno

 Como cada año en estos días, el sol, visto desde nuestro amado planeta, llega a su punto más bajo y empieza a ascender...
Este sagrado momento del Solsticio de invierno nos invita a abrir los ojos a la Luz.
Para mi la Navidad significa eso: abrirme a la Luz, procurando mirar la Vida con ojos nuevos cada día.
He ahí la clave de la verdadera  renovación.


En nuestro país, en esta querida península ibérica,  cada año, el 22 de diciembre, tal día como hoy, se da el mayor protagonismo al juego de la lotería. Y para muchos, para la mayoría, es el día de la salud...
  - ¿te tocó la lotería?
  - No
  - bueeeno, pues ¡que haya salud! (es la mejor lotería)


Mi comprensión de la salud es procurármela como equilibrio, respetando y nutriendo bien no sólo el cuerpo, sino también la mente, las emociones, el sentir profundo del corazón y la integridad de todo lo que somos en conjunto.

Sobre estas líneas, un mandala que al terminarlo recibió doble título,  “El Cielo a tus pies” y también “Flores para mi madre”.

De él extraje una plantilla que hemos usado en algunos talleres de mandalas precisamente para ayudar a sanar las relaciones entre madres e hijas, especialmente cuando se dan conflictos de apego o rechazo.
Quien lo desee, puede descargarse la plantilla, publicada el 9 de marzo de 2010, en este enlace:
http://mandalasparavivir.blogspot.com/2010/03/sanando-la-relacion-con-la-madre.html



Mi regalo, para todas las personas que visitais este blog en estos días,  es un mandala que puede ayudar mucho a restablecer el perfecto equilibrio de nuestra salud. 
Se llama "El laberinto de Rosa" y esta es la imagen del original:



Del centro a la periferia, y de la periferia vuelta al centro, este mandala nos puede facilitar la armonización de los siete chacras principales de nuestro cuerpo. Con nuestros centros energéticos libres de bloqueos y fluyendo con naturalidad la salud se restablece y se refuerza con más facilidad.
De este mandala extraje hace ya tiempo una plantilla, o dibujo lineal en esquema, que puedes fotocopiar o imprimir para tu uso personal.
 Está diseñada para usarla también como base si se quiere elaborar un mandala vitral. El plomo en ese caso iría en los carrilitos estrechos de esas líneas que van casi juntas.

Recomiendo colorearla eligiendo previamente los colores del arcoiris: rojo, naranja, amarillo, verde, azul, añil y violeta.
El añil es el  azul índigo, el azul del "azulete", una pastillita que usaban nuestras abuelas y bisabuelas para blanquear las sábanas, cuando aún se lavaban a mano en el lavadero o junto al río...
Puede que aún haya quien lo recuerde, como yo me acuerdo, porque me encantaba el azulete...

Esos siete colores, junto con algún tono de rosa o magenta (el Fucsia), además de diferentes tonos de verdes, me han resultado muy sanadores en montones de ocasiones y por eso los utilizamos muy frecuentemente en los talleres vivenciales de mandalas.

Que los disfrutéis mucho y ¡FELIZ NAVIDAD!